Llevamos un tiempo deseando visitar Goiko Grill atraídos por sus muy buenas reseñas, las impresionantes fotos que circulan por la red, las recomendaciones de nuestros amigos y el hecho de que NO son franquicia. Así que nos pusimos manos a la obra y reservamos en su restaurantes de la Avenida de Aragón.
La decoración del local es moderna y urbana y combina las sillas de metal con la madera y las paredes con el ladrillo al descubierto. Sin embargo, las mesas están muy cerca unas de las otras y no hay casi intimidad o espacio para moverte entre las mismas, así que es sentarte, comer y marcharte cuanto antes. De hecho hay un límite máximo de 1hora 30minutos por mesa así que no es un sitio para estar durante horas charlando con tus amigos, allí se va a COMER!!
Hablemos de lo importante, la comida. El día que visitamos el restaurante se quedaron sin rúcula así que no servían ensaladas, que es justo lo que nos apetecía, y dado que la oferta de entrantes es muy escasa decidimos saltarnos el entrante y pedir directamente las hamburguesas.
Nos habían hablado muy bien de la hamburguesa Kevinbacon y la hamburguesa Pigma así que nos decidimos por ellas. No tardaron nada en llegar y como usan una tablet para que el cliente indique el punto de la carne que prefiere, clavaron el punto, lo que se agradece.
La Kevin Bacon debe su nombre al hecho de que la carne picada se mezcla con bacon picado, siendo el resultado una explosión de sabor a bacon ahumado con toda la grasa del mismo chorreando lo que puede encantar u horripilar si se sufre de alguna enfermedad cardíaca o se está intentando guardar la línea, jeje.
La Pigma es lo que me gusta llamar una hamburguesa clásica: con su carne de ternera picada, cocinada al punto, con extra de queso, huevo y en mi caso pedí el extra de lechuga y tomate para equilibrarla.
Nos gustaron el tipo de panecillo que usan, la ternera muy sabrosa que es garantía de calidad y frescura, el tamaño de las hamburguesas y el trato del personal, amable y atento en todo momento. Casi se me olvidan los gajos de patata que acompañan las hamburguesas, muy ricas y generosas de cantidad así que no es necesario pedir entrantes, sería demasiado!
Acabamos la comida con un postre bastante clásico, manzana asada con canela y helado de vainilla sobre un crumble de canela y avena que ellos llaman el baticrumble porque se sirve dentro de un bote de cristal con tapa que se supone que debes cerrar y menear hasta obtener un líquido con tropezones, cosa que decidimos no hacer por preferencias personales en materia de texturas. He de mencionar que el aspecto y el tamaño de todos los postres es increíblemente apetitoso y el sabor no defrauda.
Conclusiones: una hamburguesería española con estándares altos, producto de calidad bastante bien trabajado, raciones generosas y sabores ricos que te hacen querer volver.
Imprescindible reservar por teléfono o más cómodamente por la página web!!